«Este pobre gritó y el Señor lo escuchó» es el lema para la II Jornada Mundial de los Pobres, que se ha celebrado este domingo 18 de noviembre, convocada por el papa Francisco con varios objetivos: estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro, y para que las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos y los más necesitados y se comprometan a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta para con los pobres.