Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,1-12):
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
A nuestros pastores.
El mes de agosto se puede caracterizar por muchas cosas. El mes del ve rano, de las vacaciones, del calor, de la piscina y el pueblo.
Pero entre otras cosas, es un mes para acordarnos de dos sacerdotes que han marcado y mucho la vida de nuestra parroquia.
Un 11 de agosto fallecía D. Alejandro Céspedes y un 20 de agosto D. Joaquín Sebastián.
Los dos, mano a mano, cada uno con sus fortalezas y debilidades, han forjado a nuestra parroquia de el Salvador y a nuestro barrio de Capiscol.
Y seguro que lo siguen haciendo.
Nosotros les agradecemos su labor y su cariño con nuestra oración y también continuando su obra con el mismo espíritu y la misma dedic ación que ellos lo hacían.
